Este Julio, viajé a San Francisco con siete otros chicas desde el Monte. Nosotros trabajamos en un comedor por un semana, que sirve a los menos afortunados. Algunas de estas personas solamente hablaban español. Para el almuerzo, nos sentamos con estas personas y llegamos a conocerlos. Al principio, yo tenía miedo de hablar español. Pero, Señorita Dicocco me ayudó. Eventualmente, yo era capaz de hablar con ellos por mi mismo solamente en español. Conocí a muchas personas que tenían una influencia positiva y el ojo de apertura en mi vida. También, ayudé a las otras chicas en el viaje de servicio a entender estas personas. La practica que tuve con estas personas de San Francisco me dio confianza es mis habilidades para hablar.
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